El profesor y Premio Nobel de la Paz Muhammad Yunus apeló al “enorme poder” de las nuevas generaciones para crear un “mundo sin pobres” mediante su “creatividad”. Destacó que con la tecnología que tienen en sus manos pueden “cambiar el mundo” y convertir lo “imposible” en “posible”. El fundador del Banco Grameer indicó que el encuentro que compartió con la reina Doña Sofía y más de un millar de escolares de Primaria y Secundaria de 21 centros de la provincia de Valladolid es la reunión “más importante de la semana”.
Yunus y Doña Sofía fueron los protagonistas de la jornada, paralela a la V Cumbre Mundial del Microcrédito que se celebra hasta el jueves en el Centro Cultural Miguel Delibes. Antes de que se iniciara este cónclave sobre las microfinanzas, el Ayuntamiento de la capital programó una serie de talleres sobre los microcréditos para 1.800 alumnos de 23 centros de la ciudad. Además, los escolares, representados por los 32 miembros del Consejo Municipal de la Infancia, aprovecharon para celebrar el Día Internacional de los Derechos de la Infancia, que se conmemora el próximo domingo 20 de noviembre.
Su Majestad llegó con puntualidad británica a las 09.30 hora a la plaza del Milenio, en cuya cúpula se celebró la jornada. Los chicos no escatimaron gritos y saludos para dar la bienvenida a la reina, que lució en la segunda jornada de la cumbre un traje chaqueta azul marino. Doña Sofía fue recibida por el delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo; la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez; el consejero de Educación, Juan José Mateos; el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, y el presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero.
La técnico del área de bienestar social del Consistorio vallisoletano María José Pequeño explicó el contenido de los talleres desarrollados en la ciudad para conocer los objetivos de los microcréditos. A continuación, el profesor Yunus explicó que él comenzó su labor haciendo “pequeñas cosas” y recordó que al inicio prestaba 27 euros. Además, indicó que estos préstamos han tardado 35 años en convertirse en desarrollarse. “Comencé prestando dinero a la gente que no podía ir al banco”, dijo, al tiempo que señaló que hizo “justamente lo contrario que los bancos”, ya que las entidades convencionales dejaban dinero sólo a los más ricos.
Por ello, el Premio Nobel destacó que el banco que él fundó es “propiedad” de la gente pobre y de las mujeres para que pudieran comenzar a “construir su vida”. “¿Os parece muy difícil?”, preguntó Yunus y respondí: “Vosotros podéis hacerlo” ya que aseguró que se trata de una “idea sencilla” e insistió en su “poder” de acción gracias a la tecnología. También, les explicó el poder de las becas y préstamos vinculados a la educación porque ha permitido a los más jóvenes conseguir una titulación universitaria y convertirse en “generadores de empleo”, no en “buscadores” de trabajo, lo que a su juicio es mucho “más divertido”.
“Es posible”, recalcó y señaló que las nuevas generaciones conseguirán ver la pobreza sólo en los museos y repasar el desempleo en la historia, no en la realidad.
Seis preguntas
Durante unos 40 minutos, seis alumnos de Primaria y Secundaria preguntaron a Yunus sobre los detalles de los microcréditos, sus objetivos y logros. Jorge Fernández Palazuelo, del Colegio Cristo Rey, le planteó en inglés por qué hay tanta pobreza en el mundo. Él explicó que se debe a que las personas se han convertido en seres “egoístas” a consecuencia del sistema económico imperante. Apostó por los negocios sociales para crear empleos que permitan a otros salir de la pobreza.
María Pascual Juárez, del mismo centro, le preguntó que haría si se encontrara con un niño que no tuviera ropa, calzado y alimentos. Al respecto, Muhammad Yunus indicó que todos los niños tienen el mismo “potencial” y “capacidad”, pero no las mismas oportunidades por su situación de pobreza. Para ayudarle, se decantó por los préstamos vinculados a la educación y alimentos, como el yogurt de Danone, enriquecido para mejorar su nutrición. También, el profesor explicó cómo inició su labor en favor de los más desfavorecidos, al ser preguntado por Manuel López, un alumno del colegio Juan de Juni.
También, Bryan Caballero Gutiérrez del instituto de Secundaria Antonio Tovar preguntó a Yunus sobre los efectos de los microcréditos. Éste señaló que estos préstamos son como el “abridor” de una “lata de comida”, que se encuentra llena de oportunidades. Señaló que en Bangladesh han conseguido dar “dignidad” a los más pobres y “empoderar” a las mujeres para que apuesten por lo autoempleo.
Elizabeth María Hardy, del Instituto Leopoldo Cano, aprovechó para que Yunus le explicara de dónde obtiene su banco los fondos. “De mi bolsillo”, indicó que partieron los primeros capitales prestados, aunque precisó que él no tenía dinero y firmaba “papeles”. Sostuvo que son los propios beneficiarios de los créditos, quienes con sus ahorros sostienen la entidad. Por último, Lucía Rodríguez Benito, del colegio El Pilar, le preguntó por las consecuencias si no se devuelven los créditos.
El profesor apuntó que las normas que se aplican son “flexibles” para no crear “problemas” en el futuro a sus clientes. La sesión finalizó con una sesión de fotos, ya que todos los chicos querían sacarse una foto con Doña Sofía, que abandonó la Cúpula del Milenio sobre las 10.50 horas. De recuerdo, se llevó un pañuelo verde del Consejo Municipal de Infancia que celebrará un pleno para conmemorar que en 1989 la Organización de Naciones Unidas aprobó la declaración de derechos de los niños.