La tragedia se ha cebado con los menores y ha centrado buena parte de la crónica de sucesos de 2011 en Castilla y León, un año en el que dos mujeres han sufrido el tajo mortal de la violencia machista y 151 personas han dejado su vida en el asfalto, en accidentes en las carreteras.
2011 se despide con la muerte de un niño vallisoletano de 6 años a causa de una avalancha de nieve, sólo unos cuatro meses después del fallecimiento de tres menores en un centro de acogida de Boecillo (Valladolid) y de otro joven, de 16 años, quien perdió la vida junto a su madre en Segovia, al parecer tras los disparos del progenitor, que se quitó la vida.
Fue durante la jornada del 8 de diciembre cuando trascendió la noticia de la muerte del pequeño Rodrigo, a causa de una avalancha de nieve cuando esquiaba en la estación alpina de Saas-Fee, al sur de Suiza, a la que había acudido con sus padres desde Valladolid para pasar el puente de la Constitución y la festividad de la Inmaculada.
Los responsables de la estación de esquí informaron en un comunicado de que la avalancha cubrió una superficie de trescientos metros de largo por cien metros de ancho, que sorprendió al niño y a una monitora que le acompañaba, quien resultó parcialmente sepultada y pudo ser liberada minutos después.
Sin embargo, el padre del pequeño denunció públicamente lo que calificó de "negligencia" de los responsables de la estación como la causa del fallecimiento de su hijo, mientras la Fiscalía del distrito de Alto Valais abrió una investigación para aclarar las circunstancias del suceso.
La desgracia sorprendió también a los castellanoleoneses la mañana festiva del 15 de agosto, cuando conocieron que las Fuerzas de Seguridad hallaron a tres menores muertos en un centro de acogida para niños con discapacidad y atribuyeron la supuesta autoría de los fallecimientos a una monitora de 55 años que cuidó por la noche a los pequeños.
En aquella fecha, fue en torno a las 9:15 horas cuando el Servicio de Emergencias 112 alertó a la Guardia Civil, cuyos agentes encontraron muertos -al parecer asfixiados- a tres niños, de 3, 9 y 14 años. La monitora que les cuidaba fue detenida y ahora permanece presa, a la espera de juicio.
También la violencia machista ha golpeado este año a un menor, de 16 años, muerto a tiros, igual que su madre, de 49 años, al parecer a causa de los disparos efectuados por un hombre de 54 años, padre y esposo, respectivamente, de las dos víctimas mortales, y que posteriormente se quitó la vida.
El suceso se desencadenó en Torrecaballeros (Segovia) a principios de año, en enero, y los tres cadáveres fueron hallados en un chalé de la calle Segadores de esta población segoviana, cada cuerpo en una habitación.
El rechazo de la sociedad a la violencia machista no se hizo esperar con una concentración ante la fachada del consistorio de esta población de unos 1.200 habitantes.
Burgos fue el escenario de la otra víctima mortal de la violencia machista, cuando pereció una mujer de 49 años, en trámites de separación de su esposo, de 54, quien se supone que apuñaló a su mujer, sin que hubiera conocimiento de denuncias previas por malos tratos.
El agua fue la causa de al muerte de otra menor, de 13 años y de origen colombiano, quien pereció ahogada en una piscina privada de una urbanización de la zona sur de Ávila.
Estas tragedias se sucedieron a lo largo de un año que empezó con la amargura de otras dos muertes de menores, en este caso el 9 diciembre de 2010, una fecha en la que fueron hallados muertos dos hermanos, de 11 y 9 años, en su casa del barrio de Parquesol de Valladolid, donde se supone que su madre acabó con ellos -la autopsia reveló indicios de que pudieron haber tomado somníferos-.
Cuando faltan pocos días para recibir el nuevo año, de nuevo, las carreteras han hecho suyo el mayor número de fallecimientos de 2011, un total de 151 a fecha 18 de diciembre, 58 menos que en el mismo periodo del años anterior, según los datos facilitados por la Delegación del Gobierno.