El alcalde de Serranillos, Carlos Cayuela, aseguró que el conductor del autobús que sufrió ayer un accidente en Tornadizos (Ávila), en el que murieron nueve personas, está “destrozado”. Cayuela, que habló con el chófer la misma noche del accidente, explicó que para el hombre “no hay ningún tipo de consuelo” y que le dijo que “se cambiaría por cualquiera de las víctimas”.
En declaraciones a Ical, el primer edil señaló que en la conversación que mantuvo con el conductor, residente en Serranillos, se limitó a transmitirle toda la fuerza y el apoyo del pueblo, insistiendo en la idea de que “fue un accidente”. No obstante, según el alcalde, la consternación al ser consciente de la magnitud de la tragedia impedía cualquier tipo de consuelo.
“Solo decía que se quería morir”, apuntó Carlos Cayuela al tiempo que recordó que todo el municipio está “consternado y destrozado” y quiso transmitir todo su apoyo a las familias de fallecidos y heridos.
R.G.F., de 54 años de edad, vive en Serranillos. Está casado y con hijos, aunque por motivos de trabajo su mujer reside en Guadalajara. Tras prestar declaración ante el equipo de Atestados de la Guardia Civil de Ávila y ante la juez del Juzgado de Instrucción número 2 de Ávila, la magistrada decidió su libertad provisional, comunicada y sin fianza.
R.G.F. está siendo investigado por nueve posibles delitos de homicidio imprudente. Como medida cautelar, la juez le prohibió conducir vehículos de motor mientras dure la tramitación de la causa y decretó la obligación de comparecer en el Juzgado los días 1 y 15 de cada mes.