Unas 8.000 personas, según la organización, se manifestaron el viernes en Burgos a pesar de que el alcalde de la ciudad, Javier Lacalle, acababa de anunciar la paralización definitiva de las obras del bulevar. La protesta, que partió sobre las 20 horas de la calle Vitoria para expresar el rechazo al proyecto y la actuación policíal durante la semana de movilizaciones, obligó a intervenir a los antidisturbios después de que algunos manifestantes tiraran petardos y botellas.

En los altercados se han producido heridos entre los que se encuentran dos vecinos y un agente de la Policía, que ha tenido que ser atendido de un botellazo recibido en la cabeza ya que a la altura de la Comisaría se han registrado algunos lanzamientos contra los policías que se encontraban formando un cordón policial para rodear el edificio.

La carga policial dejó varios heridos en las inmediaciones de la Comisaría del Cuerpo Nacional de la Policía de la capital burgalesa, a donde se desplazaron varias ambulancias. Tras este incidente, unas 2.000 personas se dirigieron hacia la sede del grupo Promecal, situada en la avenida de Castilla y León, donde los manifestaron volvieron a insultar a los trabajadores.

Las máquinas volverán a la calle Vitoria el lunes para que la circulación pueda restablecerse cuanto antes por esta vía, una de las principales arterias de la ciudad de Burgos.