El alcalde de Burgos, Javier Lacalle, aseguró este jueves que no han cedido ante la protesta y los hechos violentos protagonizados en la zona al paralizar las obras para la conversión de la calle Vitoria en un bulevar con un aparcamiento subterráneo y afirmó que se busca “hablar sin líneas rojas” para buscar un acuerdo con todas las partes y reanudar la actuación que lleva en el programa electoral.

En una entrevista en la Cadena Cope, el regidor recalca que la paralización de las obras se ha producido por los mismos hechos ante la imposibilidad física de seguir porque había personas allí protestando y no se podía garantizar la seguridad de los trabajadores ni de la maquinaria.

No, en modo alguno hemos dado nuestro brazo a torcer. No hemos cedido, es una paralización temporal de las obras, producida por la vía de unos hechos”, mantuvo el alcalde, que mantuvo que el proyecto es bueno para la ciudad y que se generarán centenares de empleos. Lacalle insistió en que se han dado un plazo para hablar y dialogar con todas las partes, ver en que coinciden y en que discrepan y buscar el consenso.

Sin dar una fecha para la posible reanudación de las obras, explicó que el proceso fue largo, desde que en septiembre de 2011 se pusieron en marcha con ese proyecto, se creó el jurado con una amplía representación de todas las partes afectadas y se aprobó el plan por unanimidad.”Hay que ver lo que se puede mejorar y, a partir de ahí, ver lo que se puede llevar a cabo. Démonos tiempo para la reflexión”, defendió.

En cuanto a sí todo se hizo por acuerdo por qué ha habido una protesta que ha desembocado en disturbios, manifestó que es “difícil saber lo que pasa” porque ellos han intentado la mejora de una calle como una de tantas actuaciones que realiza el ayuntamiento y otros de España. Lacalle explicó que sólo una de las asociaciones fue contraria al bulevar y se constituyó en plataforma, convocó manifestaciones al inicio de las obras y se produjeron los "actos radicales", al tiempo que recordó que el bulevar era el “proyecto estrella” del PSOE y su candidato Luis Escribano para esta legislatura.

Lacalle insistió en que se hablara y a partir de ahí se tomarán las decisiones oportunas, si bien no habló, preguntado explícitamente por ello, de cuando se podrán reanudar las obras, pero si recalcó la importancia de este proyecto para la ciudad.

El alcalde rechazó las acusaciones de que gastan el dinero en una actuación que no es urgente ni prioritarias mientras se cierran guarderías y remarcó que el 80 por ciento del presupuesto municipal va a servicios sociales y sólo uno de cada diez euros se destina a inversiones “muy concretas”. Lacalle añadió que se han abierto dos guarderías desde 2011. “El Ayuntamiento tiene claro lo que se debe hacer y prioriza”, precisó.

Por último, sobre el alcance de los hechos, manifestó que se ha juntado la protesta legítima de los vecinos y la "excusa" de otros que han utilizado este caso para "actos violentos", como podrían serlo igualmente los "incidentes en un campo de fútbol".