PATRIMONIO

El castillo de Belmonte de Campos, Palencia, abandona la Lista Roja del Patrimonio al corregir sus problemas estructurales

Se han solucionado a través de una obra financiada por la Junta, y gracias a la adquisición de más de la mitad de la propiedad por el Ayuntamiento

Ical

El castillo de Belmonte de Campos, Palencia, abandonó la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra, en la que entró el 29 de enero de 2008, al corregir sus problemas estructurales,  a través de una obra financiada por la Junta de Castilla y León, y gracias a la adquisición, por parte del Ayuntamiento, de más de la mitad de la propiedad. Asimismo, han sido también solucionados los problemas de filtraciones y humedades que existían a causa de la colmatación de materiales en la cubierta y la falta de algunas piezas de desagüe.

El castillo, que se incorpora a la Lista Verde del Patrimonio, está formado por una magnífica torre del Homenaje y restos de un recinto irregular que encierra una plataforma a la que se accede por una puerta custodiada por un torreón circular. La parte más antigua de la torre fue construida entre finales del siglo XV y principios del XVI, y su construcción puede ser atribuida a Gómez de Isla al presentar varias similitudes con las torres de Fuensaldaña, Peñafiel o Torrelobatón. 

Es de planta casi rectangular, de 20 metros de altura. Cuenta en su interior con cuatro plantas, de las que han desaparecido los forjados de madera correspondientes a los pisos segundo y cuarto. Estos forjados se apoyaban en arcos rebajados que les servían de soporte. Una bóveda de cañón separa el segundo piso del tercero. 

Por último, la cuarta planta se cubre con una bóveda de crucería. En la planta superior, actualmente inaccesible al haber desaparecido el piso, se encuentra un espléndido balcón renacentista sobre una gran repisa de cantería construido con posterioridad a la estructura de la torre, lo que se aprecia por la distinta piedra utilizada para los sillares del último piso. 

En la parte exterior, cuatro torrecillas o garitones en las esquinas arrancan desde el cuarto piso y alojan en su interior bellas escaleras de caracol sin pilar central (caracol de Mallorca). A la izquierda de la puerta de entrada existió hasta el pasado 29 de marzo de 2013 cuando fue derribado por el fuerte viento.