El coronavirus sacudió repentinamente las cuentas de la casa de Jorge. Fue entonces cuando llamó a las puertas de Cáritas. Es la primera vez en toda su vida que tiene que pedir ayuda
 
Consiguieron que les concedieran un cheque, en mayo, de poco más de 100 euros. Pero ellos siguen pagando el alquiler, casi 500 mensuales, y en su casa son tres. También le van a ayudar a conseguir trabajo, porque ellos prefieren trabajar. Mientras, siguen a la espera de cobrar su finiquito y el último sueldo. Han denunciado al jefe del restaurante donde trabajaba, pero la otra parte ni siquiera se ha presentado a la citación judicial.