Mientras una pareja en el tercero resolvía in extremis su situación, otro joven recibía la visita de la comisión judicial para proceder al lanzamiento de su vivienda. Esto es, debía abandonarla y le cambiaban la cerradura para impedir que volviera a entrar. A pesar de la notificación, el joven aseguraba estar sorprendido: ya había saldado su deuda y la empresa le dijo que no se preocupara.
La empresa donde trabajaba le debía, dice, cinco meses de sueldo. Cuando los cobró pagó la deuda, pero el proceso sigue su curso porque era la segunda vez que ocurría, y en esos casos se procede de forma inmediata al desahucio. Lazora, la inmobiliaria propietaria de la vivienda social, alega que le debe el mes de abril que hoy comienza. De momento le dan cinco días para recoger sus cosas y buscar una solución. Desde Stop Desahucios recomiendan asesorarse bien en estas situaciones.
La plataforma pudo mediar en este conflicto porque se hallaba en el edificio resolviendo otro caso similar que terminó bien. La empresa reconoce el pago de la deuda y detiene un proceso que, según Stop Desahucios, se está dando en muchos edificios de esta inmobiliaria.