El tiempo jugaba en su contra, pero había que agotar todas las posibilidades antes del 2 de abril. La fecha fijada para la subasta de su casa. En una mano, el fallo del Tribunal europeo, en la otra una presión pública de 17 días de acampada frente a Caja Laboral. A última hora de la mañana del miércoles una sentencia del Juzgado de Burgos paralizaba el desahucio.
Pero no todo está ganado. Ahora toca negociar con la entidad para que acepte unas condiciones justas y viables para Teo. Pero esta vez, sin la amenaza del desahucio.
La crisis truncó sus sueños, pero Teo lucha por salir adelante. Y esta noche volverá a dormir a su casa.