La fuerte explosión de una furgoneta bomba, modelo Mercedes Vito de color blanco, a las 4.00 horas de esta pasada madrugada en las traseras de la casa cuartel de la Guardia Civil de Burgos causó un total de 65 heridos leves y obligó a desalojar a cerca de 120 personas, de ellos 41 niños, que dormían esa noche en los pisos afectados. A última hora de la mañana todos los heridos leves se encontraban ya fuera del Complejo Asistencial de Burgos. La explosión afectó, además, a un edificio de 14 plantas, donde los primeros pisos quedaron destrozados.
El vehículo llevaba placas de matrícula españolas correspondientes al vehículo de un vecino de una localidad de Burgos, pero no se descarta que proceda de los tres robados recientemente en Francia. Fue estacionada poco después de las dos de la tarde del martes, según informaron fuentes de la lucha antiterrorista, que precisaron que fue comprobada este martes por la tarde por agentes que se encargan de custodiar la casa cuartel.
El lugar donde fue estacionado el vehículo, cargado con unos 200 kilos de explosivo, a tenor de los daños provocados por la onda expansiva, es una explanada de tierra, sin urbanizar, situada en la parte trasera de la instalación de la Benemérita, en un lateral de la calle Jerez.
El descampado es utilizado habitualmente por muchos vecinos de la zona para estacionar sus vehículos, por lo que no llamó la atención la presencia de la furgoneta. La explosión, sin previo aviso por parte de ETA, creó en el lugar donde estaba estacionado el vehículo un cráter de siete metros de diámetro y dos de profundidad, lo que revela la potencia de la bomba.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, explicó en Burgos que ETA ha intentado cometer esta pasada madrugada "un gran atentado fallido, que buscaba víctimas mortales que por suerte no ha causado". "Hoy sabemos que los integrantes de la banda son asesinos, salvajes y enloquecidos, y eso no les hace más fuertes, pero sí más peligrosos", aseguró ante los medios.
"Carácter canalla"
El responsable de la cartera de Interior expresó las "condolencias" y "solidaridad" del Gobierno con las familias y los guardias civiles afectados por este atentado, "por esta barbaridad", apostilló. De forma especial, dijo, "hacia la familia de la Guardia Civil que ha sufrido un horrendo atentado que no está sólo dirigido a quien trabaja en la Guardia Civil, sino a sus familias". "Eso le da a este atentado un carácter canalla, pensando en sus familias", resaltó.
Asimismo, el ministro del Interior confirmó que ETA no avisó de la colocación de la furgoneta bomba y explicó que, "en general, cuando intentan asesinar contra la Guardia Civil no lo suelen hacer”, a la vez que añadió que “tampoco lo hicieron en el atentado de Durango". "La diferencia es que aquí iba contra la Guardia Civil y sus familias", apostilló.
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