Unos 240 trabajadores de la fábrica de Norma en San Leonardo de Yagüe (Soria) se verán afectados por el parón de parte de la industria durante la primera semana de octubre. La reducción de actividad está motivada por la falta de pedidos y forma parte del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ejecuta la empresa durante los últimos meses. Los sindicatos esperan que la dirección apruebe un plan de reestructuración que asegure el futuro de la factoría centrada en la fabricación de puertas.

Los 240 trabajadores afectados por el parón son menos de la mitad de la plantilla, según aseguró este viernes el secretario de UGT-MCA en Soria, Carlos García. En un principio, se barajó un posible cierre de toda la fábrica durante una semana. Sin embargo, finalmente, la falta de actividad se hará visible en algunas de las líneas de trabajo y parte de administración y sector comercial, y se extenderá del 3 al 8 de octubre.

García confió en que la empresa apruebe el plan de reestructuración para poder asegurar el funcionamiento de la industria ubicada en la zona de Quiñones de San Leonardo de Yagüe (Soria).

Tras la reunión del Consejo de Administración de Norma durante esta semana, cindicatos y Comité esperaban que el encuentro sirviera para esclarecer la situación que vive la empresa. Sin embargo, la dirección optó por el silencio, según recordó Carlos García.

Entre los trabajadores tienen pocas esperanzas de mantener contactos con la empresa a corto plazo. Acusan la falta de interés de los dirigentes de Norma, según confirmó García.

La falta de pedidos es más acuciante desde el pasado mes de julio, según confirmaron fuentes cercanas a la dirección. A medida que avanzan los meses, las pérdidas que registra la factoría son cada vez mayores, añadieron.

Norma S.A. decidió el pasado mes de julio terminar el diálogo con los representantes de los trabajadores tras no aceptar la última propuesta de despidos. Después de semanas sin conversaciones entre dirección y comité, la nueva figura del director de reestructuración alentó esperanzas sobre un plan de futuro para la industria que da trabajo directo a cerca de 600 personas y que se ha convertido en motor de la comarca situada entre las provincias de Soria y Burgos.