FERIA DEL LIBRO DE GUADALAJARA

Los universos de Miguel Delibes bajo la lupa de la FIL

  • 'Delibes era un cronista de la desintegración ética e ideológica que percibía'
  • La mesa redonde forma parte del homenaje de la Feria al escritor vallisoletano

ICAL / Guadalajara

La XXIV Feria Internacional del Libro de Guadalajara acogió este miércoles la mesa redonda ‘La realidad recreada: espacios y territorios en Miguel Delibes’, que completa el homenaje que le tributa el certamen al escritor vallisoletano. Los profesores universitarios Carmen Morán, Ramón Buckley y María Mercedes Rodríguez ahondaron en el legado del autor de ‘La sombra del ciprés es alargada’ y en el protagonismo que el entorno ha tenido en toda su obra.

“Se suele decir que los grandes novelistas sólo escriben una novela, y el resto no son más que variantes de ésa”, apuntó Buckley, antes de exponer que “en el caso de Delibes, el paraíso perdido es un tema que aparece en todas sus novelas, empezando por ‘El camino’ (donde Daniel El Mochuelo es expulsado del paraíso donde vive) y siguiendo por ‘Las ratas’ (El Nini y el tío ratero son desterrados de las cuevas donde viven), ‘El disputado voto del señor Cayo’ (ese pueblo queda absolutamente muerto porque no tiene más habitantes), ‘Las guerras de nuestros antepasados’ (donde hay explícitamente un Adán y una Eva) o en ‘Los santos inocentes’ (donde Azarías paga el asesinato con la expulsión del paraíso en que vive). Lo que él cuenta en sus obras es que el paraíso no es algo del pasado, sino una dimensión del presente. Todos vivimos en el paraíso. Cualquier lugar es un paraíso gracias a nuestra facultad para verlo e identificarlo. Por eso Delibes recurre tanto a los niños”.

María Mercedes Rodríguez centró su exposición en una de las obras menos conocidas del escritor, ‘El tesoro’, para analizar el “juego en Delibes entre lo urbano y lo rural, tan frecuente en toda su obra”. “El paisaje, que tantas veces ha presentado dictando el comportamiento y el pensamiento de los personajes, no es el protagonista en esta novela, donde lo que domina es el espacio físico: las tierras del pueblo, en las que los hombres de la ciudad llevan a cabo la excavación, entendida como una búsqueda de las raíces del hombre. El territorio va a definir el comportamiento de los hombres que lo habitan, en este caso”.

Por su parte, Carmen Morán analizó el peso de espacio y territorio en la última novela de Delibes, ‘El hereje’, un broche “totalmente coherente” a su trayectoria novelística, pese a que a muchos de sus lectores “les pudiera despistar” al tratarse de su única novela de época. “Es una obra muy valiente, que arriesga, porque con ella se atreve, tras haber publicado una cincuentena de obras, a hacer una primera novela otra vez”, expuso.

Según apuntó, la novela está dedicada enteramente y de forma explícita a Valladolid, y “es una delicia para todo el que la lee adivinar y reconocer lugares de la ciudad en esa ciudad del pasado, a veces con muchísima carga crítica que incluye de forma sutil”. “La novela es un mapa del Valladolid perdido, en cierto modo, y el espacio concreto de cada calle y casa, está cargado de una fuerte implicación simbólica, ya que sólo por dónde viven sus personajes, ya los caracteriza fuertemente”.

Rodríguez explicó a continuación en que Delibes sólo cita a Valladolid expresamente en ‘El hereje’ (donde lo hace hasta en un centenar de ocasiones), si bien “en otras como ‘Madera de héroe’, ‘Mi idolatrado hijo Sisí’, ‘La hoja roja’, ‘Diario de un jubilado’, o ‘Cinco horas con Mario’, entre otras, no aparece con ese nombre, pero está ahí, agazapada”.

Tras apuntar que, en muchas de sus novelas, se refiere a “espacios interiores que le sirven para mostrar un marco ideológico y social”, Rodríguez aseguró que “Delibes es un cronista de las características negativas de la sociedad en la que vive, por la desintegración ética e ideológica que él está percibiendo. Es muy importante en sus novelas leer el tiempo en el espacio, porque lo que en ellas ocurre depende estrechamente de dónde ocurre”, remató.