El concejal suspendido del área de Nuevas Tecnologías del Ayuntamiento de Burgos, Eduardo Villanueva, declaró este miércoles en rueda de prensa que "no ha hecho nada malo" y que la famosa factura telefónica de 207.000 euros, asociada a una línea municipal de la que poseía duplicado, es el resultado de un error "corregido y subsanado" por el que no se plantea dimitir.
Pocas horas después de que se hiciese público el informe de Secretaría General, máximo órgano jurídico del Ayuntamiento, para aclarar el abundante gasto telefónico, el edil compareció ante los medios de comunicación durante media hora.
Durante este tiempo, Villanueva dejó claro que "no ha hecho nada malo" y explicó que los consumos se deben al uso de una línea de la que poseía un duplicado y a la que no se le aplicó la tarifa plana, lo que hizo que se disparasen los consumos.
Con el semblante serio, argumentó que "las únicas explicaciones que tiene que dar se corresponden con la realidad". Villanueva ha reconocido que las respuestas "llegan tarde" y que "el único perjudicado en esta tardanza" es el mismo.
Con la intención de dar unas explicaciones "concisas y claras" destacó que "nunca utilizó de forma indebida la línea de datos como se ha insinuado".
Asimismo, añadió que el uso del duplicado de la tarjeta se hizo con el ánimo de ahorrar el alta de una línea al Ayuntamiento de Burgos. "Solicité esa tarjeta de datos por mi labor de concejal, al igual que otros concejales también la han solicitado", añadió el edil, quien en la actualidad reconoció tener tres duplicados.
Según la versión de Villanueva, la tarjeta de datos en cuestión estuvo durante todo ese tiempo conectada a su ordenador, por lo que "fue por un error detectado tarde por lo que provocó unos niveles de facturación y consumo desorbitados", cuando la tarifa plana era de apenas 39 euros.
En este sentido recordó que tarifa plana se corresponde con "hacer un uso ilimitado" con un precio establecido. "No hubiésemos aprobado una tarifa diferente a la pactada y mucho menos la que por error se ha emitido", apostilló.
En relación al momento en el que descubrieron "el error" en la factura, explicó que fueron los técnicos de su departamento los que comenzaron a trabajar para solventar el mismo. "Se habló con la compañía Telefónica y ésta reconoció el error, y los departamentos implicados, por tanto la rectificación de la factura prueba que las anomalías fueron detectadas y corregidas", concretó.
Coste cero para las arcas
Villanueva insistió en que "no existe coste alguno" para las arcas municipales ni para los burgaleses, pese a que el Ayuntamiento abonó a cargo del Plan Montoro una factura de 128.000 euros, según explicó el concejal de Hacienda, Salvador de Foronda hace unos días. "No hubo, ni habrá ningún perjuicio para las arcas de este Ayuntamiento", insistió.
En relación a las razones del elevado consumo, explicó que el mismo se debe a la "realización de una copia de seguridad de todos los archivos que posee desde hace ocho años", que sube a la red. Asimismo, reconoció que "tiene el módem abierto todo el día", lo que sin una tarifa plana "hace que ocurra lo que nadie quería que ocurriera".
Por ello, declaró que los 221GB entran en la línea de consumo medio de los españoles, avalado por un informe que dice que "el consumo medio de un español es de 500 GB al mes".
"No vale todo en política"
En relación a la repercusión de las informaciones en todos los medios nacionales del país, el edil ha reconocido haberlo pasado "muy mal" y que "lo que más le duele" es el daño causado a su familia. "Soy consciente de que un error involuntario puede tener consecuencias políticas y que ello va en el sueldo de la actividad, pero esta experiencia no se la deseo a nadie", apostilló al recalcar que "no ha hecho nada", tal y como avala el informe de los técnicos que demuestra que todo fue "un error".
"Nunca un error dio tanto juego", añadió."No vale todo en política" aseveró Villanueva, quien entiende que "la política es una actividad maravillosa".
En relación al hecho de que se haya planteado dimitir por el revuelo causado, dejó claro que "no ha hecho nada a nadie y que lo siento por quienes esperaban que en esta declaración presentase su dimisión". "No lo haré porque sería reconocer unos hechos que no son verdad", finalizó.
El caso de la factura
El caso de la desorbitada factura telefónica del Ayuntamiento de Burgos, hizo que el alcalde Javier Lacalle suspendiese el pasado jueves al edil a quien mantuvo como concejal de Patrimonio, hecho por el que acudió el pasado viernes al Pleno ordinario celebrado en el Ayuntamiento donde fue abucheado por medio millar de empleados públicos que afirmaron sentirse "señalados" por las acusaciones vertidas por Villanueva hacia ellos.
En el mismo Pleno, los concejales del Partido Popular en el Ayuntamiento de Burgos votaron en contra de la petición de los grupos de la oposición (PSOE y UPyD) para crear una comisión de investigación que aclare el motivo por el que a través de una tarjeta telefónica municipal se gastaron entre abril y mayo de 2011 la cantidad de 207.000 euros.
Asimismo, PCAS ha llevado el caso a los tribunales al entender que se trata de un caso de delito de caudales públicos y malversación de fondos.