'La salud de Don Juan Carlos es buena, con algún achaque propio de la edad, pero buena'. Al menos esa es la versión oficial. De don Juan Carlos se conocen las lesiones causadas por su actividad deportiva y de algún que otro accidente doméstico.

En enero de 1983 se cayó cuando esquiaba en la estación suiza de Gstaad y tuvo una fisura de pelvis, lesión que tuvo como secuela un hematoma interno que terminó en una fibrosis reactiva, que le llevó al quirófano en 1985 para eliminar una fibrosis pélvica.

En 1992 de nuevo fue operado por el hundimiento del platillo tibial de la rodilla derecha como consecuencia de un choque esquiando.

Las casas reales europeas actúan de manera desigual. En este caso, la norma es informar de todo lo que pueda afectar a su agenda o sobre enfermedades graves. Sólo en el caso de la fibrosis se entró en detalles a causa de los rumores que se iniciaron sobre la salud del Rey y un posible cáncer.

Esta semana, la Casa del Rey ha confirmado también que don Juan Carlos no oye bien y usa audífonos desde hace 10 años. Cada año, la Casa del Rey sólo emite un escueto comunicado en el que se indica que, tras un chequeo general, don Juan Carlos ha pasado las pruebas de "manera satisfactoria".