Los líderes del G20 sellaron en Roma su compromiso de "esforzarse" para limitar el calentamiento global a 1,5 grados, aunque la descarbonización se cumplirá "en torno a mitad de siglo", una fórmula vaga con la que se logró cerrar filas, pero que no satisfizo a todos.
"Estamos orgullosos del resultado, pero es un comienzo", reconoció el primer ministro anfitrión, el italiano Mario Draghi, en el cierre de las reuniones.