Las cestas de Navidad son un detalle muy apreciado por los empleados, pero no hay que olvidar que junto a los turrones llegan también las obligaciones fiscales.
Según explica Laura Mayo, secretaria de servicios jurídicos de CCOO Castilla y León, "es un pago en especie, una retribución por el trabajo, no es un regalito. Debería venir incluido en la nómina y declararlo a Hacienda".
Una costumbre arraigada en muchas empresas, aunque no todas se suman a esta tradición. Algunos trabajadores recuerdan con nostalgia: "Antes sí tenían el detalle, ahora ya no". Hay casos curiosos, como el de una empresa que dejó de entregar cestas "porque un compañero dijo que ese año era una mierda la cesta".
Las empresas no están obligadas a entregarlas, salvo que se cumpla una condición específica: "Que se lleve dando muchos años y se convierta en un derecho adquirido por los trabajadores", aclara Mayo.
En ese caso, la cesta deberá incluirse en la nómina y en la base de cotización del trabajador, formando parte de su retribución anual.