En la Ribera del Duero existen una treintena de elaboradores de vino ecológico. La bodega Páramo Arroyo, de Pedrosa de Duero, comenzó su producción ecológica en el año 2000. Entonces sólo dos bodegas apostaban por este tipo de cultivos.

La copropietaria de Bodegas Hermanos Páramo Arroyo en Burgos, Lina Páram, nos explica que la diferencia en la cata de un vino ecológico de otro que no lo es, es cómo se consiguen y permanecen los aromas frutales de la variedad tempranillo.  

En 2014, la Bodega Torremilanos de Aranda de Duero, Burgos, elaboró su primer vino ecológico. En la actualidad, trabajan sus 200 hectáreas con agricultura ecológica y biodinámica.También en función de las fases lunares.

El propietario de los viñedos de la Bodega Torremilanos, Miguel Ángel Peñalba, asegura que "todo tiene su repercusión en la viña". Han disminuído notablemente el uso de productos químicos. De esta forma la planta no sufre porque no es necesario tratarla con azufre ni cobre.

Unos 1.800 viñedos en Burgos se dedican a la producción ecológica. Los beneficios son fantásticos para los caldos, el medioambiente y también para el consumidor.