El Numancia echa el telón a la temporada en la Liga Adelante, frente al ya descendido Albacete, con la aspiración deportiva de sumar una victoria que le aupe al décimo puesto final y despedir como se merece a Javi del Pino, un referente en el equipo soriano en la última década.

El Numancia impondrá en los prolegómenos del encuentro la insignia de oro y brillantes al futbolista madrileño que, a sus 36 años, colgará las botas en el fútbol profesional, tras once temporadas en el equipo soriano.

El entrenador numantino Jagoba Arrasate destacó que Del Pino se despedirá como capitán en el Numancia, tras ser “una de las personas más influyentes en su historia”, para saltar la próxima temporada a los despachos del club soriano.

El club ha repartido dos entradas a cada uno de sus abonados para que la despedida sea una fiesta, en una jornada donde el Numancia presentará una renovada alineación, ante la acumulación de bajas (Unai Medina, Jorge Díaz, Marc Pedraza, Gaztañaga, Antonio Martínez y David Concha, por lesión, y el guardameta Munir, convocado por la selección marroquí) y el alta de Julio Álvarez.

El encuentro puede ser también la despedida de Alex Alegría, máximo goleador del Numancia esta temporada y cedido por el Betis, y de Vicente y Juan Pablo, que terminan contrato. El Albacete se despide de la Segunda División ante el Numancia en un intrascendente encuentro que se ha adelantado por esa circunstancia.

De hecho, el equipo viajará por vez primera en el día de partido para medirse a un Numancia que ya está salvado y ante el que podría debutar el canterano Iván Cifuentes. El técnico del Albacete, César Ferrando, ha recalcado que, pese a estar descendido, su equipo “dará la cara” y ha explicado que “tengo más dudas que nunca” para conformar el once inicial.

En concreto, para la última cita en Segunda no están convocados, por lesión, Rubén Cruz, Jona y César Díaz, y se pierden la cita soriana por sanción federativa Portu, Carmona y Samu. Preguntado por su tercera etapa al frente del Albacete, Ferrando ha dicho que ha sido “positiva” porque ha tenido “el privilegio de entrenar en Segunda división y al equipo de mi casa” pese a haber perdido la categoría.