La crisis de 2008 fue una debacle para los parques tecnológicos que hay en Castilla y León: en el de Boecillo, el más grande en Valladolid, las empresas pasaron de ser ciento cuarenta y cuatro en 2009 a cien hoy en día. Se perdieron cerca de dos mil empleos. Dos crisis económicas hicieron desaparecer a más de un treinta por ciento de las empresas del parque tecnológico. Muchos de los que resisten hoy son propietarios.

En León, un parque mucho más pequeño, consiguieron que las empresas que había después de la crisis pasaran de ser diecinueve a treinta y cuatro. Los empleos también fueron en progresión.

A partir de 2016 los dos parques tecnológicos recuperaron fuelle, pero el de Boecillo quedó mermado. Ahora los empresarios instalados en ese municipio vallisoletano piden apoyo económico, rebajas de impuestos para afrontar esta nueva crisis. Creen que es el momento de que el Ayuntamiento y la Junta trabajen en atraer nuevas empresas para que el parque gane actividad y empleo.