Sus nombres son muy conocidos en las redes sociales. Alejandro, Antonio, Blanca, Tomy, Pilar o Marta son un ejemplo de como estas herramientas se pueden utilizar para contar como es el día a día en sus trabajos. Nos regalan los paisajes que a diario ven desde sus 'oficinas' y lo hacen de un modo llano, sencillo.

Para todos ellos, el utilizar esta vía de comunicación comenzó como si de un juego se tratara. Un juego que poco a poco fue ganando seguidores.

Defender la tierra y defender un oficio que se está encontrando con un problema que va más allá de la rentabilidad: el desconocimiento y los ataques de una parte de la sociedad que desconoce lo que se esconde detrás de los alimentos que se llevan a casa.

Además, ponen en valor el trabajo que agricultores y ganaderos hacen a diario y del que después se beneficia toda la sociedad.

La figura de los influencers agrarios es cada vez más importante y la labor que están haciendo trasmitiendo lo que viven a diario tiene un valor incalculable.