El ayuntamiento de Cogeces del Monte, un pueblo de Valladolid, destinó el año pasado dos viviendas municipales a alquiler social. En una de ellas ha vivido una pareja a la que se ha rescindido el contrato por retrasos en los pagos. Cuando la Guardia Civil accedió a la casa se encontró una desagradable sorpresa.
 
 Entrar a la casa es caminar por un basurero. Fernando Esteban, Alcalde de Cogeces del Monte lo define así: "Una casa destrozada: puertas, ventanas... se han llevado hasta el cobre".

Los dos jóvenes inquilinos ganaron hace un año la subasta pública para alquilar una vivienda de titularidad municipal por 300 euros al mes. Esta iniciativa social se ha terminado convirtiendo en un disgusto para ayuntamiento y vecinos.

Hace dos semanas les comunicaron que no se les renovaba el contrato de alquiler. Cuando han accedido a la vivienda, se la han encontrado en muy mal estado. No han calculado cuánto dinero les va a costar repararla. Prefieren contratar una empresa especializada para que vuelva a hacer habitable esta vivienda, y volverla a sacar en alquiler social.

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