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Grandes historias de amor: Lucía Bosé y Luis Miguel Dominguín

Ángeles Villacastín hace un recorrido por la relación de la actriz y el torero

Castilla y León Televisión

Lucía Bosé y Dominguín, dos sagas en una, dos fuertes personalidades que entendían la vida, el amor y la familia de formas bastante diferentes. La suya fue una historia de amor, breve. Pero su unión dio lugar a uno de los clanes más conocidos en nuestro país. A día de hoy, el recuerdo de su relación es tan mítico como sus propios protagonistas.

Ella era una anónima dependienta que trabajaba en una pastelería en Milán hasta que a los 16 años fue descubierta por Luchino Visconti. Entonces ganó un pasaporte a la fama. Fue coronada Miss Italia y pasó a ser actriz y a trabajar con los mejores directores italianos: el propio Visconti, Fellini o Antonioni. Poco después recalaba en nuestro país con 'Muerte de un ciclista' y fue cuando conoció a otra estrella, en este caso del toreo, Luis Miguel Dominguín.

Dicen que el flechazo fue tan grande entre ambos que incluso antes del primer beso el torero ya le había pedido la mano. No tuvo que esperar mucho. La boda se celebró a espaldas de la familia de ella, que no aprobaba esta relación. Así que se fueron a Las Vegas a decir sí quiero. La boda no era legal en España, así que con el paso del tiempo hubo que repetir el matrimonio, por la Iglesia y con Miguel Bosé como inesperado testigo. Lucía estaba embarazada, todo un escándalo para la época.

El amor y la pasión demedida no fueron suficientes, ni el hecho de que tuvieron juntos varios hijos. La fama de conquistador de Dominguín. Las infidelidades se contaron por decenas, pero hubo una imperdonable, la que tuvo con su prima Mariví. Fue entonces cuando una enrabietada Lucía puso fin al matrimonio. Desde entonces no volvió a pronunciar el nombre de su exmarido, que se conviertió en 'el torero'.