A viva voz cantando el número de la bolita, o en otros casos con ayuda de un sistema informático. Empieza la elección de los miembros de las mesas electorales, aquellas en las que en menos de un mes habrá que depositar el voto. Los ayuntamientos sortean las mesas electorales del 13 de febrero, 4.355 en total. Empezaron el sábado y acabarán el miércoles. La notificación a los afectados se efectuará en los tres días siguientes.

Son hasta 21 las causas que podemos alegar para, en caso de haber salido elegidos, rehuir la obligación de formar parte de la mesa electoral. Por ejemplo: estar embarazada de seis meses o más, tener un embarazo de riesgo, estar cubriendo el periodo de lactancia, estar con baja médica, tener a nuestro cargo un menor que no pueda tener a otro cuidador o ser trabajador de servicios esenciales. Son causas que debemos justificar por escrito y hasta el próximo 29 de enero.

Lo que implica ser mesa

Estos días nos toca mirar las páginas de los ayuntamientos o nuestros buzones de correos para saber si tenemos que estar en las mesas electorales el 13 de febrero. A la mayoría no le hace ilusión que su nombre salga en el sorteo, pero quienes ya han prestado este servicio recuerdan a los más reticentes que no fue para tanto.

Ser miembro o suplente de una mesa electoral supone tener que presentarse a las 8 de la mañana en el centro de votación. Si no hay ausencias los suplentes pueden volver a sus casas. El presidente y los dos vocales de la mesa tienen que estar allí hasta el final de las votaciones a las 8 de la tarde y después en el recuento de papeletas. La ley contempla penas de tres meses a un año de cárcel y multas de seis a 24 meses por ausencias no justificadas en las mesas electorales.

Los miembros de la mesa cobran una dieta de 68 euros que está exenta de tributación.