Tras días de rumores, finalmente los sindicatos han marcado en el calendario el 29 de marzo como fecha para una huelga general. La sexta que se convoca en democracia y que llega en una época en la que se siguen batiendo récords de parados en España: ya se superan los 5.200.000. El anuncio no ha sido bien recibido por los empresarios, que aseguran que no es el momento de manifestarse.

Respetan la decisión de hacer huelga, pero no lo creen oportuno. Es la sensación que despierta la convocatoria del 29 de marzo entre los empresarios de Castilla y León. Para el presidente de la Federación de Autónomos de la comunidad, lo que toca ahora, más que nunca, es trabajar.

Desde la Asociación de trabajadores autónomos de Castilla y León, tampoco apoyan la huelga. España, dicen, no está como para ser paralizada en tiempos de crisis. Su presidenta asegura que la nueva reforma laboral es positiva para los empresarios y, concretamente, para los autónomos. Aún así, admite que deja vía libre para que algunos se aprovechen y despidan de forma más barata.

Todos ellos coinciden, además, con la opinión vertida desde la CEOE: la huelga daña la imagen de España en el exterior. Insisten en la flexibilidad que la reforma aporta a las empresas.

Una impresión unánime desde el punto de vista empresarial y que contrasta con lo defendido por sindicatos. En ambos lados, eso sí, prima la petición de respeto para el próximo 29-M.