Si los autómatas pueden moverse por sí solos, ¿por qué no plantearse si pueden llegar a pensar o sentir? Esta pregunta inquietante está en la base de "Las Eternas", la segunda novela de la joven autora salmantina Victoria Álvarez.
La historia transcurre en Venecia, pero está muy vinculada a la ciudad natal de la autora, ya que ésta se inspiró en la famosa colección de muñecas de la Casa Lis.
A Victoria Álvarez se le ocurrió tejer una historia sobre los límites de la realidad mientras paseaba por este museo de Salamanca. " [Las muñecas] me gustaron muchísimo pero al mismo tiempo algunas me parecieron muy siniestras", reconoce la autora, y empezó a preguntarse cómo era posible que algunas de las niñas que jugaban con ellas "pudieran estar tranquilas".
Así que a partir de esta fría perfección, Victoria Álvarez somete al lector a una historia sorprendente con crímenes, horror y pasión que removerá los cimientos de Venecia. Una novela apoyada por el éxito de “Hojas de Dedalera”, y es que pocas autoras de la edad de Victoria Álvarez pueden presumir de tener dos novelas publicadas.