Alejandro es invidente pero puede leer y visualizar lo que tiene delante gracias a un pequeño aparato. Tiene el tamaño de un dedo y su funcionamiento tiene dos posiciones: Una señalando al objeto y otra a través de un pequeño golpe en las gafas donde se sitúa para que la cámara dispare. Hace prácticas en un hospital y de esta manera puede consultar el listado de pacientes o simplemente, saber con qué ropa vestirse: "Puedo disfrutar de un libro en tinta, abrir regalos...", explica Alejandro.

Después de cinco años de investigación, la empresa OrCam ha desarrollado este dispositivo que supone un beneficio sobresaliente en la calidad de vida de estas personas.