Los productores de patata en Castilla y León denuncian los precios ruinosos de esta campaña. Cultivar el tubérculo les cuesta a once céntimos el kilo, pero lo tienen que vender por nueve. La competencia francesa en los grandes centros de distribución es la principal culpable. Las excesivas importaciones desde Francia están frenando las ventas de las patatas nacionales. Y en Castilla y León la oferta está muy por encima de la demanda.

La comunidad encabeza la producción de patata en España. Anualmente se cultivan unas 20.000 hectáreas, pero actualmente Francia manda en el mercado y cada vez se dedican menos hectáreas.

La recomendación de los agricultores de Castilla y León a los consumidores es que miren las etiquetas antes de pasar por la caja y elijan las que nacen en Castilla y León.