Ponferrada celebró este domingo la coronación canónica de Nuestra Señora de la Soledad, una de las imágenes religiosas de la ciudad más populares y con mayor devoción entre los fieles. Un acto que tuvo lugar este mediodía en la basílica de la Encina, con la asistencia del obispo de Astorga, Camilo Lorenzo, que fue el encargado de colocar la corona a la virgen, que a continuación salió en procesión hasta la iglesia de San Andrés, frente al castillo de los Templarios.
Una coronación que ha llenado especialmente de orgullo a los miembros de la Hermandad de Jesús Nazareno, de la que es una de sus tallas principales, según ha reconocido su mayordomo, Marco Morala. Una coronación aprobada por el obispo de la Diócesis de Astorga, teniendo en cuenta "la gran devoción de los fieles y que goza de gran popularidad".
"Se trata de una decisión extraordinaria por parte de la Iglesia y un privilegio reservado para casos muy excepcionales", explica Morala, que puntualiza que mediante este rito se reafirma la imagen de María Virgen como reina. En un día tan especial, la imagen procesionó con una mantilla tejida en Granada y que es regalo de la Asociación Nuestra Señora de la Encina.
La corona
La corona, obra del taller 'Restaur Art' de Puente Órbigo, es de estilo renacentista y del tipo de las denominadas imperiales. Está realizada con lámina de plata de ley y compuesta por canasto y aureloa con ráfaga totalmente calada en su conjunto y con piedras de cristal de 'baccarat' azul engastadas. Además, remata la obra una cruz latina finamente labrada.
El canasto es cilíndrico, abierto por su parte superior a modo de corona medieval española, decorada con motivos vegetales y jarrones de flores, mientras que sobre el basamento de moldurón en cenefa se levanta el frontal rematado por placas recortadas. La aureola y ráfaga -compuesta por haces de rayos biselados alternando con grecas- forman un conjunto interrelacionado, sólo diferenciado por un aro con cenefa. "El especial tratamiento de la aureola como un gran haz de luminosidad, viene dado porque simboliza un auténtico resplandor, con su juego centelleante de brillos y contraluces", añade Morala.
La imagen de la Soledad
Desde los orígenes de la Hermandad de Jesús Nazareno de Ponferrada, en el siglo XVII, ya se procesionaba y rendía culto a Nuestra Señora de la Soledad, que en la actualidad recorre las calles de la capital berciana en tres ocasiones, en las procesiones del Encuentro, del Santo Entierro y de Nuestra Señora de la Soledad. Además, desde hace tres años, una réplica en miniatura es procesionada por niños en la procesión infantil.
La actual imagen de Nuestra Señora de la Soledad -la primitiva fue destruida durante la francesada- es obra de Manuel Félix López y es de 1854. Destacan las lágrimas que surcan su rostro y el enorme manto bordado en oro, además de disponer de tres juegos de manos, unas separadas para la procesión del Encuentro y otras dos entrelazadas para las procesiones del Entierro y de la Soledad.
Es una imagen para vestir, por lo que la policromía y el acabado de más alta calidad corresponde a las manos y la cara.
No obstante, tiene un rasgo distintivo y es que no está formada por un bastidor de madera, como es normal en este tipo de vírgenes, sino que tiene tallado el cuerpo, las piernas y los brazos en madera pintada a modo de ropajes interiores. Incluso, tiene tallados y policromados unos zapatos negros.