Los ríos presentan estos días una tonalidad poco habitual, están teñidos de verde. Así están muchos de los caudales que se pueden ver en Castilla y León, y no es por la contaminación, sino por la cantidad excesiva de algas.
El problema está en que esta cantidad de algas, en exceso, puede llegar a dar muchos problemas. El verano les da las condiciones óptimas para su reproducción de esta alga cloroficia, ya que tienen calor, la luz y un escaso caudal en nuestros ríos, lo que favorece su proliferación.
Aunque haya que estar prevenidos, por ahora los ríos de Castilla y León no estan en peligro. Uno de los ríos afectados, el Pisuerga, presenta un nivel de oxigeno saturado en el agua del 130%, lo que indica que, aunque no este en riesgo, la gran acumulación de algas es una realidad.