Y si hay algo que no puede faltar en la mesa son las uvas. Comerse las doce uvas es sin duda la tradición más generalizada en la nochevieja.Un consttumbre que se ha sofisticado hasta el punto de que las venden peladas, sin pepitas y en latas. Pero la mayoría sigue prefiriendo comprar el clásico rácimo.
Las uvas de la suerte son el producto estrella en todos los mercados. Una fruta que debido al aumento de la demanda de los últimos días ha subido ligeramente de precio. A pesar de que las hay de varios tipos, la más demandada es la uva blanca de un tamaño más bien pequeño.
Y aunque en los últimos años se venden incluso peladas y sin pipo, la gran mayoría prefiere las de toda la vida, en racimo. Peladas o sin pelar, que nadie se quede esta noche sin comer las doce uvas, si quieren tener un buen 2010.
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