Primera visita de la Casa Real

El Principe de Asturias visita el parque de mantenimiento de armamento en Valladolid

  • Su Alteza pudo visitar el parque donde trabajan más de 200 personas
  • El parque celebró en 2006 su 250 aniversario

Ical / Valladolid

Su Alteza Real (SAR), el Príncipe de Asturias, ha visitado Valladolid, pero no en un viaje cualquiera. En esta ocasión lo hizo entre cañones, morteros y armamento del Ejército de Tierra, el eje central del Parque y Centro de Mantenimiento de Armamento y Material de Artillería (Pcmayma), donde se desarrolla el mantenimiento preventivo y correctivo del armamento y material de Artillería de todo el territorio nacional.

La primera visita de un miembro de la Casa Real a este Parque sirvió también como agradecimiento, debido a que con motivo de su Boda Real con Doña Letizia, este centro fue el encargado de restaurar los cuatro cañones con batería hipomóvil que lanzaron las salvas en honor a los recién casados.

Dentro de los desplazamientos periódicos trimestrales que realiza Don Felipe de Borbón a las diferentes unidades del Ejército de Tierra ubicados por todo el territorio nacional, en esta ocasión eligió Valladolid. El Príncipe llegó pasadas las 11.30 horas, momento en el que saludó y rindió honores al jefe del Estado Mayor, Fulgencio Coll Bucher, y al jefe del Pcmayma, coronel Vicente Rodríguez, quien acompañó de forma didáctica a Su Alteza Real durante las dos horas que duró su estancia.

Don Felipe también conoció los cometidos de este centro, como son el mantenimiento preventivo y correctivo del armamento y material de Artillería del Ejército de Tierra y la modernización y transformaciones de alto nivel; el suministro y gestión de piezas de repuesto, conjuntos, subconjuntos y equipos para el mantenimiento; la recepción en ET, almacenamiento y distribución de armamento y material de Artillería; la realización y gestión de informes y documentación técnica; la colaboración en la formación del personal especialista; y prestar apoyo en la ejecución de inspecciones y revistas técnicas.

Tras un almuerzo con los mandos militares, comenzó la visita protocolaria por el departamento de ingeniería del centro, para continuar por el taller de armamento pesado, donde revisan y reparan este tipo de material. Para conocer su funcionamiento, algunos de los trabajadores civiles del centro desarrollaron una demostración de limpieza con una ‘mejoradora’ de cañones.

A un ritmo ligero, Don Felipe de Borbón comprobó todo el aparataje que utilizan los empleados del Pcmayma, donde trabajan más de 200 personas –entre militares y civiles-pero también pudo apreciar los almacenes de clase 7 y 9. En el primer caso, se encuentran los pequeños repuestos de última generación, es decir, 16.000 piezas de armamento, y las piezas paletizables en el segundo. El de clase 9 es un almacén más sofisticado, que esconde “piezas susceptibles de ser robadas”, según explicó el comandante Gumersindo Robles, de la Plana Mayor. En este espacio, existe dos sistemas de tecnología punta para la gestión de los repuestos: uno es el sistema de almacenaje Kardex, que posee un alto nivel de automatización y clasificación, y el otro es el Sigle, que sirve para la solicitud de piezas por parte de otras unidades militares de toda España, dado que el Pcmayma es el único centro que dota al Ejército de Tierra de este tipo de repuestos.

Para finalizar la visita, el Príncipe pudo degustar un vino de la tierra, junto con el alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, el delegado del Gobierno, Miguel Alejo, el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, y el presidente de las Cortes, José Manuel Fernández Santiago.

Exposición de armas

Con motivo de la visita de Don Felipe de Borbón, el centro previó una exposición armamentística, entre las que se encontraban dos ametralladoras, modelo MG y Browning, varios fusiles de precisión, pistolas de 9 milímetros, así como distintas fusas. El Príncipe escuchó las explicaciones detalladas del jefe del Pcmayma e incluso se atrevió a sujetar alguna de las armas expuestas.

El Parque, que en 2006, celebró su 250 aniversario, tiene sus raíces históricas en los Arsenales y Parques de Artillería de La Coruña y de Valladolid, constituyendo hoy en día un Órgano Logístico Central del Escalón Superior del Mando de Apoyo Logístico del Ejército.

El comandante Robles sostuvo que esta unidad es la encargada de ejecutar el apoyo logístico, al más alto nivel, tanto de mantenimiento como de abastecimiento del material de su responsabilidad a las unidades en territorio Nacional y en operaciones. Las tareas de mantenimiento, de más de cien sistemas de armas diferentes, de armamento ligero, artillería remolcada y cohete, y material óptico y topográfico. Dispone para ello de personal altamente cualificado y de medios materiales con las últimas tecnologías.

Concretamente, desarrollan su actividad en el centro 209 personas, con una pequeña presencia femenina (83%). Entre ellos hay 64 cuadros de mando, 75 que pertenecen a la tropa, ocho miembros de personal civil funcionario y 62 de laboral.

Entre los materiales que se mantienen cabe destacar el obús de 155/52 milímetros de fabricación nacional y dotado de los últimos avances tecnológicos de apoyo a la gestión del tiro (GPS, Radar medidor de velocidad inicial, calculador de tiro) y seguridad del obús en remolcado y en autónomo. Se puede trasladar remolcado con un vehículo específico o, para cambios de asentamiento, de forma autónoma mediante un motor que incorpora para ese cometido. Tiene un alcance de tiro de 45 kilómetros. Se realiza, también, el mantenimiento integral del obús ligero ‘Light Gun’, de calibre 105/30-37 milímetros, de fabricación inglesa, al que se le han realizado numerosas de mejoras, hasta conseguir un mayor rendimiento y fiabilidad del arma. El mantenimiento, en el taller de armamento pesado, se extiende al lanzacohetes Teruel, todo tipo de morteros y otros obuses clásicos de la Artillería Española.

Por su parte, en el Taller de Armamento Ligero se llevan a cabo reparaciones de alto nivel y las transformaciones de todos los tipos de armas ligeras de las que dispone el Ejército. Dos de las más importantes, por la modernización que supone del arma, son la transformación del la ametralladora pesada Browning M2HB al modelo de “cambio rápido de cañón” (QCB), empleada en los vehículos RG- 31 y LMV, de reciente proyección a las operaciones de Afganistán y Líbano; y la otra, la transformación de la Ametralladora de calibre 7,62 milímetros del modelo 1A3 al MG3, para actualizar las prestaciones, algo que posibilita su empleo en los modernos vehículos que ha adquirido recientemente el Ejército (Carro de Combate Leopardo y los blindados Centauro y Pizarro).

Este taller es responsable además del mantenimiento de los fusiles de precisión Barrett y Accuracy, lanzagranadas automático LAG-40, fusiles de asalto de todos los modelos, ametralladoras ligeras, medias y pesadas, así como cualquier dispositivo no óptico que se pueda instalar en las diferentes armas o los afustes que incorporan.