SEMINCI 2010

Los Duplass seducen a público y crítica con su 'Cyrus'

Esta producción estadounidense interpretada por John C. Reilly y Marisa Tomei cuenta la historia de un idilio apasionado obstaculizado por una profunda relación madre-hijo.

C.C.P. / ICAL

La brillante nueva comedia americana, representada por programas televisivos como Saturday Night Live, productores como Judd Apatow y actores como Ben Stiller, cobra un nuevo giro en la última película de los hermanos Jay y Mark Duplass. 'Cyrus', estrenada este lunes en la 55 Semana Internacional de Cine de Valladolid, arrancó muchos aplausos de la crítica y el público con su retrato realista de una atípica historia de amor.

Con un pulso narrativo cercano al documental, que construyen con recursos como el zoom o la cámara en mano, y la imprescindible aportación de los actores (con quienes trabajaron intensamente la fórmula de la improvisación para conseguir más naturalidad en las tomas), los Duplass introducen en la historia un elemento hasta ahora desconocido dentro del género: el conflicto emocional. De esa forma, el film se sitúa más cercano a propuestas como 'Punch-Drunk Love' (P.T. Anderson) o 'Olvídate de mí' (Michel Gondry) que de desparrames como 'Todo sobre mi desmadre' (Nicholas Stoller) o 'Como Dios' (Tom Sádica).

De películas como 'Zoolander', 'Virgen a los 40', 'Superfumados' o 'Hazme reír (Funny people)' se llega con 'Cyrus' a un difícil equilibrio entre el humor extravagante (muy contenido aquí) y el drama. Y esa meta se logra gracias al intenso trabajo del reparto, encabezado por cuatro primeras figuras del cine norteamericano actual: John C. Reilly ('Magnolia' o 'Chicago'), Marisa Tomei ('El luchador', 'Mi primo Vinny'), Catherine Keener ('Cómo ser John Malkovich', 'Capote') y, principalmente, Jonah Hill ('Noche en el museo', 'Paso de ti').

Argumento

El film arranca con John (C. Reilly) hundido en la miseria cuando su ex mujer (Keener) le anuncia que piensa volver a casarse. Han pasado siete años desde que se divorciaron, y su relación no puede ser más franca, pero John ha sido incapaz de rehacer su vida. En una fiesta conoce a Molly (Tomei), una mujer hermosa, divertida y con la que sintoniza de inmediato.

Sin dobleces y poniendo toda la carne en el asador desde el primer encuentro ("sólo tienes que ser tú mismo: tímido, vulnerable y sincero", le anima su ex al principio del film), John apuesta a doble o nada y sigue al ángel que el destino ha puesto en su camino, y así descubre que Molly tiene un hijo de 21 años, Cyrus, encarnado por Hill, que realiza un auténtico 'tour de force' y su papel más complejo hasta la fecha (es el mismo actor que protagonizó 'Virgen a los 40' o 'Supersalidos').

Lo que comienza como una relación ideal entre ambos hombres, pronto adquiere tintes extraños, y John se da cuenta de que ha irrumpido en una relación extrañamente especial, la que mantiene Molly con su hijo, al que ha educado ella misma desde que culminó el bachillerato. El conflicto, que amenaza con aparecer desde el primer encuentro entre los dos hombres, finalmente irrumpe y se desata una 'guerra de guerrillas' subterránea que los cineastas y los actores bordan, en un complejo juego emotivo-agresivo en el que Molly corre el riesgo de convertirse en un daño colateral.

Humor, amor, emoción y sonrisas cautivaron al público del primer pase del film en Valladolid, y a buen seguro permitirá que parte del público vea con otros ojos propuestas más 'gamberras' surgidas bajo el amparo de esa 'nueva comedia americana' que se ha convertido ya en un sello propio de calidad, con su infinidad de variantes.