Efe / Valladolid
El efecto pernicioso de los vídeo-juegos, sus riesgos y consecuencias fatales entre la población infantil y adolescente, subyace en el cortometraje "Hidden soldier", del español Alejandro Suárez y que ha sido bien acogido este domingo durante su proyección en la sección oficial del Festival de Valladolid.
Suárez convierte la antigua fábrica azucarera de Villarejo de Órbigo (León) en un cuartel nazi durante la Segunda Guerra Mundial, y asigna al actor Víctor Clavijo el papel de un soldado aliado e infiltrado en las líneas enemigas, pero finalmente descubierto y acosado por los alemanes.
Después de una persecución infructuosa, en un descuido de sus captores nazis, el soldado infiltrado domina la situación y reduce a tiros, hasta asesinarlos, a un oficial y a varios soldados que al final resultan ser seres reales abatidos por un adolescente imbuido de un juego virtual de guerra que no ha podido controlar.
"Hidden soldier" es el único filme español que compite dentro de la sección oficial de largometrajes de la 55 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).