Una vez más, Nino volvió a ser el verdugo del Real Valladolid. Un cabezazo del veterano delantero en el minuto 34, tras cazar un rebote en la testa de Marcelo Silva, dio la victoria a Osasuna en El Sadar en el partido matinal del domingo en la jornada 35ª de la Liga Adelante.
Nino tuvo una y la metió; el Pucela encontró las suyas y, como sucediera una semana atrás ante el Real Zaragoza, no vio puerta. En concreto, Juan Villar, el jugador que volvió a ser la pesadilla de la zaga rival. Porque Juan Villar, siempre está. Unas veces para enchufarla; otras, como ayer, para disparar desviado, no llegar por un centímetro a empujar el balón a la red o para robar la cartera al portero, aunque el defensa sacó el balón bajo palos.
Como del juego de Osasuna y del Real Valladolid poco se puede rescatar mucho, el resumen se centra en la contabilidad de las oportunidades de gol y en las jugadas polémicas, que también las hubo, una en cada área. Un posible penalti de Marcelo Silva a Nino y un penalti de libro por mano de Buñuel en el área navarra tras un centro de Mojica. Ambas jugadas en la segunda parte.
En cuanto al fútbol, Osasuna mandó en el partido hasta que consiguió su tanto y después, hasta el descanso, el Real Valladolid tuvo sus mejores minutos, moviendo bien el balón y jugando bien en ataque. Pero al Pucela parece que le abandonado hasta esa pizca de fortuna que se necesita cuando el fútbol no sobra.
Tras el descanso, el partido entró en una fase de igualdad, pero poco a poco Osasuna fue cediendo terreno al Real Valladolid, aunque solo en el tramo final del encuentro el Pucela consiguió estar bien para imponerse claramente.
En el fútbol, goles son amores y los demás, razones que no dan puntos. Osasuna marcó; el Real Valladolid, no. Osasuna sumó tres puntos en su luchar por el playoff; el Pucela se va de vacío de El Sadar.
El próximo partido del Real Valladolid llegará el próximo domingo 1 de mayo, a las 17 horas, con la visita del C.D. Lugo a Zorrilla.