Japón, el principal productor mundial de té matcha, ya no da abasto. Su elaboración sigue siendo en gran parte artesanal, y las olas de calor, junto con el aumento de la demanda, están poniendo en jaque las reservas.

El matcha está en todas partes: en recetas virales de TikTok, en Instagram y, sobre todo, en los vasos para llevar de las cafeterías. Este polvo verde, originario de Japón, ha disparado su consumo en España.

"Lo he visto en todos lados y me ha entrado el fomo, y dije… le tendremos que dar la oportunidad", cuenta una consumidora. Su sabor y su estética lo han convertido en la nueva bebida de moda. "Está muy bueno, sobre todo con bebida de avena", añade otra clienta. "Dicen que es muy bueno porque tiene muchas propiedades".

Pero esta tendencia empieza a tener un lado amargo. Japón, el principal productor mundial de té matcha, ya no da abasto. Su elaboración sigue siendo en gran parte artesanal, y las olas de calor, junto con el aumento de la demanda, están poniendo en jaque las reservas.

"Evidentemente, de aquí a un año no sabemos qué va a pasar, pero en estos momentos no va a haber falta de abastecimiento", asegura un distribuidor.

"Aquí el matcha ya compite directamente con el café. Muchos vienen buscando esa energía más suave, sin el subidón ni el bajón de la cafeína tradicional", explica el responsable de una cafetería especializada. "Están saliendo unos 100 matchas de media al día. Cada semana pedimos más que la semana anterior".

Lo que está claro es que, si esto sigue creciendo, subirán los precios y también las falsificaciones.