La inquietud, las ganas de mejorar y la curiosidad fueron los motivos por los que en la empresa familiar de Pablo Salgado se atrevieron a sembrar orégano en la provincia de Zamora. Es un tipo de plantación atípica en Castilla y León y que les dio muchos quebraderos de cabeza. Apostaron por el orégano para incorporarlo en la ración de comida de su ganadería de vacuno de leche, con el fin de reducir el uso de medicamentos y mejorar la calidad de la leche.

El cultivo en el campo está respondiendo muy bien. Su comportamiento es similar al de un forraje. Ahora hay que ver si se confirma el objetivo final por el que apostaron por este cultivo. De momento están observando mejoras en la salud y calidad del ganado. Por delante todavía tienen mucho trabajo y esperan expectantes el resultado de un estudio que finalizará en unos meses para confirmar si realmente el orégano cumple la función que ellos esperan.