El nombre de Fuentesaúco resuena especialmente por sus garbanzos, por sus espantes taurinos y por el apellido Ladrón, que a muchos lleva a malinterpretar el dicho saucano que reza: "El buen garbanzo y el buen Ladrón de Fuentesaúco son".
Fuentesaúco es un núcleo con rango de villa, que goza de todos los servicios básicos y de una envidiable comunicación interprovincial, así como de iglesias mayúsculas, caserones y un cierto patrimonio cultural, como el teatro, que acoge múltiples actos culturales, o la plaza de toros.
Tiene Fuentesaúco el aire de “un pueblo castellano” y un ambiente social veraniego despierto y alentador.
En el plano de Fuentesaúco puede dibujarse una rosa de los vientos en cuyos puntos cardinales se localizan los cuatro templos que custodian la villa.
Al norte, custodiando la entrada de Fuentesaúco, la Ermita de la Virgen de la Antigua. Acoge la talla religiosa de la patrona de la villa.
Al sur, vigilando el valle, la Iglesia de Santa María del Castillo. : un gran templo del siglo XVI, declarada Bien de Interés Cultural en 1973.
Al oeste, San Juan Bautista, centro religioso de Fuentesaúco, que data del siglo XVII.
Al este, el último recuerdo del convento de las Madres Clarisas, la Ermita de los Dolores.
La fiesta más popular, es la de La Visitación, celebrada el primer fin de semana de julio. Su origen se remonta a hace más de 400 años y en ella tienen lugar los tradicionales “ESPANTES”, espectáculo taurino en el que participan toros, caballos, espantadores y encerradores, junto con el numeroso público congregado en el prado de La Reguera. Su origen es incierto, pero conservado y transmitido de generación en generación. Se basa en el desafío existente entre los que participan a pie y los que participan a caballo, de forma que los jinetes quieren sacar de la pradera la manada de toros, mientras que los encerradores de a pie impiden el paso de los astados, de ahí su nombre.
La Semana Santa de Fuentesaúco es una de las más populares de la provincia de Zamora. Aún conserva en nuestros días su austera pureza y el amplio respaldo de los saucanos a través de sus seis cofradías. Cuenta con un buen número de procesiones, en las que participan pasos de valiosa imaginería religiosa, firmados por reputados escultores como Juan de Montejo, entre otros.
La agricultura es la principal actividad económica y a la que se dedica la mayor parte de la población activa. Especial mención merece el afamado Garbanzo de Fuentesaúco, cultivo de reconocida fama y prestigio. El garbanzo, se caracteriza por su tamaño medio a grande, color cremoso, pico pronunciado y curvo, y por contar con una rugosidad intermedia. Tras su cocción, los garbanzos de esta localidad se mantienen íntegros, con piel blanda y suave, textura mantecosa y uniforme, además de un agradable sabor al paladar.
La actividad industrial en la villa se ha consolidado en torno a la industria agroalimentaria representada por las industrias cárnicas y la fábrica de quesos.