España es el primer exportador del mundo de alfalfa, teniendo en cuenta su producción. El ochenta por ciento de la alfalfa que se produce en Castilla y León, también en España, se exporta directamente a China o a los países árabes. Se aprovechan los contenedores de ropa que vienen desde Asia y quedan vacíos para devolverlos llenos de forraje.

La crisis sanitaria del covid-19 no han afectado a la última campaña que terminaba en marzo pero sí podría alterar la actual. La escasez de depósitos y los problemas con el transporte, derivados del coronavirus, han aumentado el precio de la alfalfa y supondrán almacenar las toneladas producidas hasta septiembre u octubre cuando el precio haya bajado a niveles asequibles. 
 
Estados Unidos es nuestro gran competidor porque exporta más toneladas que España, aunque sólo un diez por ciento de su producción. Los agricultores declaran que las guerras comerciales entre Estados Unidos y China, en las que se aplican aranceles, benefician mucho a España.