Después de días, semanas, de frenética actividad mediática este jueves no hemos visto a ninguno de los dos líderes de Podemos en un acto público. Pablo Igleias e Iñigo Errejón han optado por el silencio tras los sonoros rumores sobre sus discrepancias y la primera gran crisis de la formación morada.
A Podemos se le juntan los problemas en casa justo en el momento en el que aspira a entrar en Moncloa. No es casualidad, aquí en la deriva de la formación, y en su No al PSOE estaría precisamente la causa de las tensiones entre Iglesias y Errejón. Ellos lo niegan, atribuyen la maledicencia al PSOE y por Twitter se declaran fidelidad, además de regalarse flores.
Pero lo cierto es que el partido, sí afronta una crisis al menos territorial con más de 80 dimisiones entre el sector de los críticos con Iglesias. El círculo morado no es ya tan redondo en País Vasco, Cantabria, Galicia, La Rioja, Cataluña y Madrid, comunidad que ayer sumó 9 renuncias, la mitad de ellas de diputados autonómicos.
Pero además los anticapitalistas, corriente que encabeza la líder de Podemos en Andalucia está promoviendo la repetición de elecciones, no quieren que se siga intentando convencer al PSOE.