La temporada de media veda de caza, que comienza el próximo viernes 15 de agosto en Castilla y León, arrancará con unas perspectivas "irregulares" en la región. De este modo, como ya es tradición, las zonas del norte de Burgos, Palencia y Soria "serán productivas", mientras que en el resto de provincias de la Comunidad, los cazadores tendrán pocas oportunidades de abatir codornices con "escasos ejemplares".
Así lo aseguró el presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, Santiago Iturmendi, quien atribuyó las malas perspectivas a los agricultores "que han pasado el cultivador por las tierras y la grada, levantando la tierra y esquilmando la escasa vegetación existente, una práctica que provoca que las codornices, al no encontrar las condiciones necesarias de habitabilidad, migren a otro sitios más húmedos".
"La codorniz busca zonas con un grado de humedad importante y con cobertura porque es un animal con poca defensa. Si le dejamos un campo arrasado, evidentemente, ahí no van a poder habitar", argumentó.
Es por esta razón, que Iturmendi instó a la Junta de Castilla y León a fomentar el retraso de esas prácticas agrícolas, al menos, hasta octubre, y en el caso de causarles algún perjuicio económico a los agricultores se les compense a través de la PAC. "Creemos que su actividad puede ser compatible con el respeto al medio ambiente y a la naturaleza. La pretensión no es otra que posibilitar, ya no la caza, sino la vida de los animales", indicó para reiterar, además, "que si los agricultores dejan el campo arrasado, evidentemente, no va a haber codornices".
El presidente de la Federación de Caza añadió que es "patético" contemplar como "arrasan" los campos en el sur de la Comunidad y avanzó que "las cuatro codornices" que quedarán en esa zona se guarecerán en los girasoles y maizales. A este respecto, auguró mejores perspectivas para la perdiz, que cuenta con un año "excelente de cría" y que estará protegida por los girasoles, permitiendo que la merma que suele darse de las polladas, desde agosto hasta octubre, sea la mínima posible. "Hay muchísima superficie de girasol cultivada y eso ayuda a los animales de todo tipo", sostuvo.
Menos permisos
El número de permisos de caza se redujo en 23.000 en 2013, pasando de 124.000 a 101.000, un dato que para el responsable de la Federación debería hacer reflexionar a aquellos que consideran el recurso cinegético como algo importante para las zonas rurales de Castilla y León.
A este respecto, aseguró que las técnicas agresivas en el medio ambiente, más la escasez de especies, unido a la falta de relevo generacional en el mundo de la caza, puede "acabar con la gallina de los huevos de oro para las zonas rurales de la Comunidad, donde el aprovechamiento cinegético supone el primer recurso económico o ingreso en el 95 por ciento de los ayuntamientos".
La Federación defiende la figura del cazador "formado y comprometido con la gestión del medio ambiente y la naturaleza". Por ello, su responsable instó a continuar manteniendo las formas y "respetar los períodos de reproducción", ya que es "la fórmula" para garantizar que la caza sea sostenible y preservar las especies en los años sucesivos.
En este sentido, el responsable de la organización señaló que los cazadores vocacionales de la región "aguantan la veda" a pesar de la escasez de ejemplares. "Hay muchas razones para colgar la escopeta y su actitud es encomiable", indicó.
La media veda de caza en Castilla y León se iniciará el 15 de agosto y se prolongará hasta el 14 de septiembre. Las especies cazables en este periodo son la codorniz, tórtola común, paloma torcaz, urraca, corneja y zorro. Para la tórtola común y la paloma torcaz se retrasa el comienzo de la época hábil al 23 de agosto.