El número estimado de defunciones en España durante las 21 primeras semanas de 2020, hasta el 24 de mayo, asciende a 225.930 personas, lo que supone un aumento del 24,1 por ciento (43.945 más) respecto al mismo periodo del año anterior, según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y recibidos desde los registros civiles combinados con información histórica desde el año 2000 de la estadística de defunciones, con el objetivo de estimar las defunciones ocurridas durante el brote de COVID-19.
Estos datos contrastan con las cifras oficiales proporcionadas por el Ministerio de Sanidad sobre el coronavirus, que recogen un total de 27.127 fallecimientos desde el inicio de la epidemia. Sin embargo, el INE puntualiza que "dado que estos datos reflejan la mortalidad sin distinguir causas, no se puede medir de forma exacta el impacto de la pandemia COVID-19, pero sí se observa un considerable aumento en el número de defunciones en España".
De acuerdo con este informe, la semana con mayor número de defunciones fue la 14 (que comprende del 30 de marzo al 5 de abril) con 20.575 personas fallecidas, un 154,6 por ciento más que en la misma semana de 2019. Por su parte, durante las semanas 12 a 16 (desde el 16 de marzo al 19 de abril) el incremento de defunciones fue siempre superior al 50 por ciento. En la semana 21, última estudiada, el número de defunciones se estima en 7.470 personas, cifra similar al de la misma semana de 2019, cuando hubo 7.429 fallecimientos.
Por edades, los mayores aumentos acumulados de defunciones en las primeras 21 semanas se dan entre los mayores de 90 años (con 12.824 fallecimientos más, un 27,2% más que en el mismo periodo de 2019) y en los del grupo de edad de 85 a 89 años (con un aumento de 10.006 fallecimientos, un 25,0% más). Por su parte, en las edades inferiores a 54 años apenas hay diferencias respecto a las defunciones registradas en las mismas semanas del año 2019.
Por comunidades autónomas, los mayores aumentos de defunciones en las 21 primeras semanas del año se dan en Comunidad de Madrid (72,7%), Castilla-La Mancha (58,0%) y Cataluña (41,0%). Por el contrario, los menores incrementos se observan en Baleares (0,5%) y Murcia (1,1%). En concreto, en Madrid se han producido 35.647 fallecimientos, frente a los 20.636 del año pasado; en Castilla-La Mancha se han registrado 13.571, en comparación con las 8.591 de 2019; y en Cataluña 39.539, frente a 28.045 el año anterior.
Esta estadística del INE, denominada 'Estimación de Defunciones Semanales durante el brote de COVID-19 (EDeS)', se publicará cada dos semanas, siempre en miércoles (salvo festivos) y ofreciendo datos con 10 días de retraso. Por tanto, en esta primera publicación se ofrecen datos hasta la semana 21 de 2020, que finalizó el domingo 24 de mayo (inclusive). Conforme se vaya disponiendo de datos provisionales de Certificado médico de defunción/Boletín estadístico de defunción, se sustituirán las estimaciones por estos datos provisionales.
Las defunciones durante el estado de alarma se disparan un 78,1% en Castilla y León, con 4.717 muertos más que en los mismos días de 2019
Castilla y León registró un total de 10.757 fallecidos desde la semana en que se declaró el estado de alarma (14 de marzo) hasta la del 24 de mayo (once semanas), lo que supone un aumento del 78,1 por ciento, respecto a las registradas en el mismo periodo del año anterior, en datos absolutos, 4.717 muertes más, según un informe del INE sobre Estimación de Defunciones Semanales durante el brote de COVID-19 (EdeS).
El documento, analizado por Ical, pone de relieve que las peores semanas de la pandemia fueron la número 13 (23 de marzo), 14 (30 de marzo), 15 (6 de abril) y 16 (13 de abril) de este año, cuando perdieron la vida en números absolutos 1.626; 1.774; 1.421 y 1.131 personas, con incrementos respecto a los mismos días de 2019, del 206,2; 231,6; 156,1 y 124 por ciento, respectivamente.
El estudio semanal pone de relieve la mejoría en las cifras de fallecidos a media que avanzaba el estado de alarma, ya que en la semana 20 del año (11 de mayo), el número de fallecidos ascendió a 506, un 12,5 por ciento menos que en 2019; y en la 21, la última que abarca el análisis, perecieron 547, con un ligero aumento del 3,8 por ciento.
Las cifras se fallecidos se dispararon durante las semanas de estado de alarma en Castilla y León, en todas las provincias, excepto en Zamora, donde solo crecieron un 16,7 por ciento, hasta los 698 muertos. En el extremo opuesto, los muertos crecieron un 189,6 por ciento en Segovia, con 1.083 defunciones; un 158,2 por ciento en Soria, hasta los 581; y un 128,1 por ciento en Salamanca, con 1.857, los territorios con peores datos.
Palencia tuvo un aumento de fallecidos más moderado, un 30,9 por ciento, con 598 personas malogradas; seguida por León, un 56,2 por ciento más y 2.048 muertos; y Burgos, con una subida del 60,8 por ciento, y 1.291 fallecidos. Asimismo, en la provincia abulense perecieron en las once semanas de estudio, 781 personas, con un aumento del 73,2 por ciento; y en Valladolid murieron 1.804, con un avance de la mortalidad del 79,1 por ciento.
Estos datos provocaron que en las primeras 21 semanas del año, el número de fallecidos en Castilla y León sumara los 16.819 individuos, con un aumento en 4.210 personas, y una subida porcentual del 33,39 por ciento. El INE observó en el conjunto nacional 225.930 fallecimientos, con un aumento del 24,1 por ciento (43.945 más) respecto al mismo periodo de 2019.
Por comunidades autónomas, los mayores aumentos de defunciones en las 21 primeras semanas del año se dieron en Madrid (72,7 por ciento); Castilla-La Mancha (58 por ciento) y Cataluña (41 por ciento). Por el contrario, los menores incrementos se observaron en Baleares (0,5 por ciento) y Murcia (1,1 por ciento).
Por sexos, en el acumulado del ejercicio perdieron la vida en Castilla y León 8.491 hombres y 8.328 mujeres, lo que supone que el colectivo masculino vio perecer a 2.197 individuos más que en 2019; y el femenino sumó 2.013 defunciones a las cifras del año anterior.
Asimismo, un análisis por edades, constata que el crecimiento de las defunciones se cebó con los grupos de mayores. En concreto, las defunciones de personas de 90 y más años, alcanzaron las 5.583, que suponen 1.380 más que en el mismo periodo de 2019. Asimismo, el grupo de mayores de entre 85 y 89 años perdió 4.030 efectivos, lo que supone 1.133 más que en las mismas semanas que el año anterior. Asimismo, fallecieron 2.346 personas con entre 80 y 84 años, 549 por encima del dato del año pasado.
Por provincias, el acumulado de defunciones del año, se redujo en Zamora (1.179 muertos) un 3,6 por ciento; y creció en Segovia (1.475), un 94,7 por ciento; en Soria (827), un 65 por ciento; en Salamanca (2.720), un 55,3 por ciento; en Ávila (1.188), un 30 por ciento; en Valladolid (2.843), un 34 por ciento; en Burgos (2.098), un 25,1 por ciento; en León (3.455), un 27,4 por ciento; y en Palencia (1.054), un 9,4 por ciento.