Una de las características más importantes de la granja Sanglás es su diseño, que permite a las tres mil cerdas vivir cómodas. Una explotación adaptada plenamente a los requisitos sobre bienestar animal y placidez.
Además la granja está aislada, con medidas de bioseguridad encaminadas a evitar enfermedades y mantener el status sanitario. El sistema de alimentación escogido ha sido el electrónico. Las cerdas hacen además la totalidad de la gestación sueltas, al aire libre. El grupo Batallé, presente en toda Castilla y León ha apostado ahora también por Zamora. Una provincia cada vez más especializada en el cerdo blanco.
Un sector, el porcino, que es segundo más importante en volumen de negocio de toda la comunidad; y con gran capacidad para la exportación por su alta calidad.