La mala combustión de una estufa o de una caldera de gas puede ser la culpable de una intoxicación de monóxido de carbono. El número de incidentes durante el invierno pasado fue un 73% más que hace dos años. Ocho personas fallecieron intoxicadas, la mayoría en un entorno rural. 

En invierno bastantes llamadas al 112 alertan de posibles intoxicaciones de monóxido de carbono. En lo que llevamos de invierno 72 pacientes han sido atendidos. Pedro Bergara, médico en el 112, asegura que muchas veces califican los síntomas de ictus y cuando llegan a los hogares se dan cuenta de que es una intoxicación por monóxido.  "De cada cuatro casos de intoxicación de gas se producen en el medio rural", lo afirma el Director de la Agencia de Protección Civil, José Luis Ventosa.

Con este consejo El 112 recuerda que es un gas tóxico Y no se percibe por los sentidos. Por eso hay que estar muy atento a los síntomas: cefaleas, mareos, náuseas o vómitos. Si notan alguno de estos efectos tienen que seguir dos sencillos pasos: ventilar lo antes posible la estancia y llamar al 112 y ahí le dirán lo que tiene que hacer.

Recomiendan no colocar las estufas de carbón o leña en los dormitorios y si es una caldera de gas hay que hacer revisiones periódicas.