Hilos de silicona, palitos de madera apoyados en la puerta o plásticos pequeños pinzados entre el marco y la puerta. Son algunas de las señales que dejan las bandas para saber si estamos o no en casa. Y un método que se está detectando ultimamente es el de la grasa en el interior de la cerradura.

Las bandas que se dedican al robo de las viviendas normalmente son itinerantes y proceden de países del este. Pero este verano lo han tenido más complicado. Mucha gente no se ha podido ir de vacaciones. A eso se suma que cada vez los hogares tienen más sistemas antirobos. Pero sigue habiendo descuidos que facilitan la labor a los cacos. Una campaña de la Policía Nacional nos recuerda la importancia de prevenir.
 
Y en la calle, a pesar de la distancia social, siguen produciéndose timos como el de la estampita, el tocomocho o incluso los abrazos cariñosos. La policía advierte, vuelven la estafa del secuestro virtual. Así que ante la más mínima sospecha de estafa o robo llamen a la policía.