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Leni Riefenstahl: Luces y sombras

  • Su obra puede verse en la Casa Revilla
  • Fue directora, actriz, bailarina y fotógrafa
  • Dirigió eficientes documentales para el régimen nazi

ICAL

La Sala de Exposiciones de la Casa Revilla de Valladolid acoge la exposición 'Leni Riefensthal. La estética del poder en los años de Hitler' con una selección de más de medio centenar de fotografías de la fotógrafa y directora de cine alemana. Además del medio centenar de obras, se mostrarán dos de sus películas y algunos objetos. En la muestra se unen las fotografías que realizó de Grecia, y las imágenes de la Olimpiada de 1936 en Berlín. Hitler siempre pensó que los griegos habían alcanzado la cumbre de la civilización humana en todos los campos, y que la tribu doria, que había llegado a Grecia desde el Norte, era de origen germánico.

Leni Riefenstahl ocupó un lugar destacado y sus películas de los congresos del Tercer Reich y su visión fílmica de los Juegos Olímpicos de 1936 en Berlín comulgaron con el sistema de propaganda del nacionalsocialismo. Sus dos grandes documentales, 'El triunfo de la voluntad' (1935) y 'Olympia' (1938), fueron películas propagandísticas del Tercer Reich.

La muestra permanecerá abierta hasta el 27 de febrero y el horario de la sala es de 12 a 14 y de 18.30 a 21.30 horas, de martes a sábados, y de 12 a 14 horas los domingos. Lunes y festivos, cerrada. La entrada es libre.

Biografía

Riefenstahl nació en Berlín el 22 de agosto de 1902 y falleció en Pöcking, Baviera, el 8 de septiembre de 2003. Conocida por sus producciones cinematográficas y propagandísticas durante la Alemania nazi, Leni demostró desde su infancia un gran interés por la pintura. Fue bailarina a los 21 años, actriz de cine a los 24, fotógrafa y directora de cine a los 29. En 1932 dirigió 'La luz azul', que, tras ser premiada en el Festival de Venecia, la lanzó a la fama internacional.

En ese mismo año escuchó a Adolf Hitler en un mitin y le ofreció su talento y colaboración. A través de Rudolf Hess, Hitler le ofreció filmar la concentración del Partido Nazi en el Campo Zeppelín de Núremberg en 1933, ya que el dictador se había quedado muy impresionado con su primer trabajo como directora; Riefenstahl aceptó la propuesta y realizó lo que hoy se conoce como 'La Trilogía de Nuremberg', uno de los documentales político-propagandísticos más efectivos jamás filmado.

Su siguiente obra importante como directora fue el documental de más de cuatro horas de duración 'Olympia', donde filmó los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, conocidos como las Olimpiadas de Hitler y verdadero hito cinematográfico ya que nunca antes se habían filmado unos Juegos.

Si bien Leni Riefenstahl posteriormente arguyó ser simpatizante de Hitler en sus inicios, progresivamente fue distanciándose de la figura del gobernante. Negó haber sido además amante de Hitler, era amiga de Rudolf Hess y amiga personal de Albert Speer y se estableció una profunda animadversión mutua con Joseph Goebbels. En 1938, Riefenstahl se casó con un oficial de la Wehrmacht llamado Peter Jacob. Durante la guerra, perdió a su hermano en el frente ruso. Su padre moriría el 20 de julio de 1944 afectado por un cáncer, el mismo día del atentado contra Hitler.

Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, Riefenstahl tuvo problemas en su vida privada, su matrimonio fracasó y además el gobierno francés quiso enjuiciarla. Riefenstahl rechazó estar vinculada con el régimen nazi, aduciendo que sus filmes y trabajos sólo habían sido producto de un servicio profesional contratado y que ella había cumplido de acuerdo con las directivas nazis, sin hacer una apología por convicciones personales.

Sin embargo, estas apologías aún son objeto de controversia debido al alto grado de vinculación que tuvo con los altos círculos nazis, y es un hecho que ella nunca pudo desprenderse del estigma del nazismo. También se la señaló como amante de Hitler, hecho que ella negó, limitándose a reconocer que el líder alemán la pretendió en alguna ocasión sin que ella aceptase. Más tarde rechazó los horrores del nazismo. Finalmente, en 1948, fue eximida de culpabilidad; no obstante, se le confiscaron todos sus bienes.

A partir de la década de 1950, Riefenstahl inició una nueva y estimulante etapa profesional, esta vez como fotógrafa. A finales de la década siguiente produjo una detallada y bella documentación fotográfica sobre un pueblo africano, los Nuba, y en años posteriores realizó varias producciones sobre la vida submarina. Su estilo fue imitado por varios fotógrafos de revistas de gran tirada. Su vida fue plena de vivencias y amor al arte fotográfico, el cual constituye su más preciado legado.