Un año en el que la Catedral de Salamanca es un monumento de pago. Hace doce meses, el Cabildo daba este paso, en su día polémico, por considerar que la entrada masiva de visitantes en el templo había desvirtuado el recorrido por un lugar que debe compaginar su carácter artístico con el religioso.
Se fijaba un precio de 4,75 euros para visitar las dos catedrales, reducido en 4 euros para grupos y en 3 euros para menores. Salmantinos y parados pueden acceder gratis. Unos precios que no han privado a la Catedral de seguir siendo un espacio muy visitado.
Así lo defiende el deán de la catedral de Salamanca, Jesús Terradillos: "Ahora mismo no entran en masa, evidentemente, pero entra una cantidad importante de personas."
De hecho, gracias al dinero de las entradas, el Cabildo ha acometido más de 230.000 euros en distintas inversiones en el último año, y ha destinado más de 30.000 a tareas de mantenimiento, además de garantizar la preservación de los 10 puestos de trabajo. "Logicamente eso no viene del aire, si no viene de aquí no se podría haber hecho", justifica Terradillos.
Balance positivo de una visita que el Cabildo espera seguir enriqueciendo con mejoras en los museos y en algunas capillas.