Angustia, miedo o incluso depresión son solo algunos de los síntomas más frecuentes que la soledad de la pandemia está provocando en muchas personas. Pero para paliarlo están ellas: las mujeres de la red de acompañamiento a mayores 'Tejiendo emociones' del Área de Servicios Sociales de Ávila. La psicóloga Ana Sánchez destaca el carácter resiliente y la inteligencia emocional de cada una de ellas. 

Tras recibir la preparación psicológica necesaria, a sus 87 y 76 años de edad, Pilar y Aurora tenían claro que no podía quedarse de brazos cruzados mientras la gente sufría: "Yo pensaba: ¿le estoy ayudando a ella o es ella la que me está ayudando a mi?", explica Aurora. 

Comenzaron con asistencia telefónica y al otro lado de la línea encontraron auténticos dramas. "Hubo una que su marido se ahorco y pensaba que era su culpa. Yo traté por todos los medios decirle que no, que no era su culpa", nos cuenta Pilar. Pero con su serenidad, talante y el saber escuchar ayudaron a personas como Encarna quien, tras la muerte de su madre por  COVID-19, vio como un sentimiento de tristeza la inundaba. Los paseos por el parque, las conversaciones y el simple hecho de "ir a tomar algo" le ha ayudado a vivirlo de otra manera. Estas mujeres saben que en esta vida no se puede malgastar ni un segundo.