Iván Martínez fue reconocido este viernes en Madrid como el mejor sumiller de España en la XXIII edición de los premios Nariz de Oro. Aunque proviene de Barakaldo , participó como sumiller de una tienda de la localidad burgalesa de Medina de Pomar. Hoy se alzó con el galardón tras enfrentarse en diversas pruebas a los mejores sumilleres del país en la Gran Final que ha acogido Madrid desde ayer.
La última prueba culminó este viernes, en la que los cinco finalistas se han enfrentado a cinco copas negras que contenían distintas bebidas alcohólicas de cualquier parte del mundo. Para superar esta fase debían afinar su olfato e intentar identificar el contenido de cada copa. Iván Martínez ha reconocido que se trabada de una prueba "complicada" pero se ha mostrado satisfecho por haber estado tranquilo y haber disfrutado de una prueba en la que "tenía ganas de participar".
El recién nombrado mejor sumiller de España trabaja en El Colmado, una tienda gourmet en la localidad burgalesa de Medina de Pomar. Explicó que "no se trata de un restaurante al uso sino de una tienda de degustación familiar en la que se trabajan productos selectos".
Igualmente, confía en que este reconocimiento suponga un giro de 180 grados en su carrera. "Hace que se me conozca a nivel nacional y tendrá repercusión en el negocio", confesó pocos minutos después de alzar la copa dorada. Sin embargo no se aventuró a marcarse nuevos retos. "Es tan reciente que no me lo creo aún. Cuesta asimilarlo".
De hecho, no cree ser el mejor sumiller de España, sino que considera que ha jugado bien sus cartas afinando más que sus rivales en la última prueba. Iván Martínez confesó que "no hay ningún secreto" y apunta a que es fundamental controlar los nervios. Eso sí, afirma que "es un sector muy activo" por lo que es importante tener experiencia.
En su caso, no era la primera vez que se presentaba al concurso. Ya participó hace dos años y se clasificó para la fase en Madrid aunque no consiguió colarse en la final. En esta ocasión ha participado junto a compañeros de profesión con los que se formó en un curso de especialista de sumiller de la escuela de hostelería de Bilbao.
Visiblemente emocionada, su amiga Soraya Sanjurjo se mostró orgullosa porque Iván resultase vencedor. Entre lágrimas reconoció que "tiene una nariz espectacular" y que a su juicio "se lo ha ganado a pulso". "Hemos entrenado juntos cada mes, antes del concurso cada dos semanas", añadió, para justificar que un sumiller "se hace más que se nace".
Martínez se introdujo en el mundo de la cata de vinos hace diez años formándose con cursos y como profesor en diversos talleres. Ahora, con 31 años, puede presumir de contar con la nariz más privilegiada de España.