Estos días hemos visto muchas iniciativas solidarias para acudir en ayuda de los Ucranianos. Ciudadanos de Castilla y León también han cogido su furgoneta para llevar alimentos o para ir a buscar refugiados a las fronteras de Ucrania. Esto no sería posible sin el espacio Schengen. Es un acuerdo de libre movilidad en la Unión Europa que nos permite viajar sin restricciones.

El catedrático de Historia contemporánea de la UVa, Guillermo Pérez explica que es una de las grandes conquistas de la Unión Europea. "Es una zona en el que se abolen las fronteras interiores para la libre disposición de los ciudadanos, pero también de los capitales, de los bienes y de los servicios que deciden circular sin restricción alguna", aclara.

Entró en vigor en 1995. Lo conforman 26 estados: 22 son de la Unión Europea, pero hay cuatro que no: Islandia, Liechtesnstein, Noruega y Suiza. Los más de 400 millones de habitantes de esos países pueden trabajar, estudiar o jubilarse en uno u otro sin pasaporte. "Se diluyen trabas históricas que existían de cara a facilitar la movilidad del ciudadano" y esa libertad afecta ahora a los refugiados ucranianos. "Es importante para que ese flujo funcione y, sobre todo, para aliviar la carga de refugiados que existen en los países de Europea fronterizos"

Irlanda rechazó unirse al espacio Schengen, en cambio, Rumanía, Bulgaria, Croacia y Chipre esperan sumarse pronto.

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