Castilla y León cuenta con 112 kilómetros de carretera por los que pasan más de 8.200 vehículos al día. Con esa densidad de tráfico, Europa obliga a elaborar un mapa estratégico de ruidos para ver a cuántos vecinos afecta la contaminación acústica y en qué medida.
La comunidad ya ha terminado su mapa estratégico del ruido. Y ahora que sabe a cuántos vecinos afecta y de qué forma, estudia las posibles medidas. Una opción es cambiar el asfalto.
Posibles soluciones que se tomarán teniendo en cuenta, además, que la ley marca cinco áreas de sensibilidad acústica, que van desde las más silenciosas, donde hay hospitales por ejemplo, a las memos sensibles como los polígonos industriales.